Colapso, cuando todo cambia, tus esquemas rotos en el suelo son pisoteados, tu vida da bandazos de un lado a otro como un mísero borracho. Ya no tienes el control, no hay nadie al volante y eso se traduce en ese caos que te rodea. Lamentablemente esta situación no es nueva para mi , pero quizás no sea mala del todo, en tu vida hay veces que son necesarios los cambios, veces que necesitas expulsar el gas sobrante antes de explotar, antes de volar por los aires arrastrando a las personas que quieres. Si, es necesario, pero hay cambios que no se pueden tolerar, cambios que no estoy dispuesto a permitir y no me importa tragarme el orgullo, siempre he dicho que no me preocupa lo que dicen los demás, ha llegado la hora de ponerlo en práctica.
Haré una confesión, soy un hipócrita, lo sé , toda mi vida hablando de la inutilidad de pensar, siempre con la misma cantinela “actúa , no pienses”. Siempre engañándome a mi mismo, no es porque no lo he intentado, dios, ojala fuera tan sencillo, dejar de pensar por un momento y empezar a tomar el control, comenzar a tomar decisiones, esa pequeña fuerza que te separa de saltar por el abismo, la decisión correcta.
¿Y qué he hecho?, pensar demasiado. Bueno más que pensar equivocarme, estar tan ocupado con mi estúpido mundo que no he visto lo que se avecinaba y otra vez en la misma situación, sentado al borde del precipicio, ese amigo que te conoce, que sabe cuales son tus puntos débiles, que hará lo que sea necesario para llevarte con él y al que no conseguirás detener a menos que comiences a tomar las decisiones correctas de una vez.
Joder, otra vez el mismo problema, estos últimos cuatro meses he cambiado, no sé si para bien , para mal o demasiado. Simplemente he cambiado, a mi me gusta pensar que he madurado, que ya no soy ese estúpido con mente de niño, me gusta pensar que ahora soy un adulto con corazón de niño ya que hay cosas que jamás me gustaría perder. Pero ahora todas mis convicciones se tambalean, acaso un adulto no sería capaz de saber que hacer. Yo sigo perdido, y aún más que antes desde que la luz que iluminaba mi borroso camino ha comenzado a desvanecerse.
No te he empezado a conocer hasta hace dos meses, con lo cual, no sé si has cambiado o no. Solo daré mi opinión para decir que el darle más vueltas a las cosas y no actuar sin pararte siquiera a pensar las consecuencias, sí que suele ser señal de que vas madurando, aunque eso no siempre sea bueno.
ResponderEliminarAunque, personalmente, te pediré un favor: Madura si quieres, piensa las cosas todo lo que quieras, pero, por favor, y te lo pido más en serio de lo que te imaginas, nunca pierdas ese toque que te hace ser tú. Aunque no suela decirtelo, muchas veces te miro, y pienso "personajes así no voy a encontrar más que a uno" :) Y ese uno eres tú, Alfredo (y paro ya, que si no me pongo ñoña).
Te la has ganadado, cuando vuelvas a este pueblo abandonado perdido por Soria pienso darte un pedazo de abrazo por decir esas tonterías =D
ResponderEliminarMe parece una buena amenaza :)
ResponderEliminar