domingo, 26 de julio de 2015

Carecer

El que no posee carece, pero no es ese carecer un atesorar de nada.¿Un cúmulo de liberación ingrávida? Es un respiro en la quijada hendida por el paso de la vida.

Liberación si, pero de qué, no puedes liberar aquello que nunca estuvo encerrado. Es por tanto una cárcel la no posesión. Una cárcel que limita entre cuatro paredes, más angostas cuando mayor es la privacion, más opresivas cuanto mayor es la carencia. La nada es liberacion, siempre y cuando suponga cambio. Si la nada es permanente e inmutable solo puede significar liberación infinita, puedes encontrar nada duradera, pero aunque se carezca en sumo grado siempre puedes perder la vida, la conciencia o el alma.

Ojalá cuando la nada caiga sobre mi arrase con todo, arrase con una vida de dulce opresión, me libere de la limitación de las sensaciones y rompa los eslabones de la necesidad satisfecha. Para así quedar vacío, pero completo, ya que la nada no puede ser llenada ni en ínfima cantidad. Cuando caiga la nada, que arrase como la tempestad .

Pues la nada es el destino que no existe, es el fin inalcanzable. Y cuando cubra con su manto tu no existencia, desaparecerá en el suspiro de la perfección. Es el cambio absoluto, el mayor truco de magia del universo, desaparecerá por completo aquello que creiste alguna vez verdad.


Cuando caiga la noche con el atronar del graznido.
Que corran raudas las horas al son del desuello.
Y que la intempestiva calma preclaridad,
alumbre mi vacío cuerpo.

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